6 y 8 de mayo de 2.011
En mi niñez, o sea anteayer, se utilizaba bastante esta expresión. Pronunciada sin apenas pausa se utilizaba en plan supersticioso, cuando algo daba repelús y no nos gustaría que nos sucediera, más o menos como el actual “toquemos madera”.
Hoy día, pronunciada con pausa, expresa un emocionante encuentro (al menos entre los naturalistas) con estos denostados y cada vez más escasos reptiles; y es que no hace tanto era habitual ver varios en cada salida al campo en los meses cálidos.
Hoy presento tres lacértidos observados este fin de semana, aunque la estrella indiscutible es el primero de ellos, el Lagarto Verdinegro (Lacerta schreiberi).Es una especie endémica de la Península Ibérica, y relativamente común en su área de distribución al Norte del Sistema Central. Al sur de esta cadena montañosa su distribución se limita a los arroyos más umbríos de unos pocos enclaves y es una especie difícil de detectar.
La segunda especie que muestro es aún muy común, aunque oír su carrera de huida entre la hojarasca es todavía más habitual, aparentando en nuestra percepción ser una animal de mayor tamaño. La Lagartija Colilarga (Psammodromus algirus).Ahora están con sus escarceos amorosos y los machos lucen en su garganta unos llamativos tonos anaranjados. Es una especie muy activa, de hecho, pasa el 20% por ciento del tiempo de actividad en movimiento.
1 comentarios:
Que preciosos son todos. Fotos fenomenales.
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