Blog destinado a comentar y dar a conocer la Flora y Fauna desde Los Montes de Toledo donde resido, hasta, a través de viajes y excursiones, cualquier rincón de España y del Mundo. Con cabida para cualquier entrada relacionada con el Medio Natural.


sábado, 27 de marzo de 2010

"Cruda Delicatessen"





30 de Noviembre de 2.009





"Cruda Delicatessen". Eso debieron pensar nuestros amigos carroñeros alados, por que el festín con el que se homenajearon no deja lugar a la duda. Y si no juzguen ustedes mismos....



Antes de la comida, con la mesa puesta...



Durante el banquete...



Y cuando por fin ahuecaron el ala...


Como se puede observar el terreno queda limpio de carne, apenas quedando los huesos, patas y pieles, y totalmente pisoteado y desprovisto de la paja seca preexistente. Y aunque no se pueda apreciar en la foto, tambien desapareció el intenso olor a "carnicería" de la carne aún fresca, que fue sustituido por un olor ligeramente acre proveniente de los necrófagos.



Esta experiencia, nueva para mí, la tuve de nuevo con mi buen amigo Diego, experimentado en estos asuntos. Esta temporada de caza ya no era obligatorio por ley entrerrar los restos de las monterías, afortunadamente para los buitres, así que a traves de unos contactos de Diego conseguimos los restos que colocamos extrategicamente delante de un "hide" (escondite) preparado con dias de antelación, justo delante de un árbol seco que podría servir de posadero a una hipotética visita del águila imperial ibérica y situado en el corazón de los Montes de Toledo. Estos restos consistían principalmente en las visceras de las reses cazadas y algún pequeño cadaver no aprovechable ni para trofeo ni para carne.




La jornada comenzó antes del amanecer, para entrar en el "hide" aún de noche. Nos acomodamos como buenamente pudimos en el poco espacio existente.




Tras una corta espera de no mucho más de 20 minutos el primer Buitre Negro aterrizó a cierta distancia, instantes despues, un Buitre Leonado se posó en la carroña. En poco tiempo todo bullía de plumas, picos y gruñidos...




...la suerte del principiante, pues lo normal es esperar escondido durante horas e incluso días.




Pero los buitres ya saben que tras una jornada con disparos, les llega el turno de llenar la panza, y tan impacientes son, que a alguna pieza de caza, antes de ser recogida por los cazadores, ya le habían hincado el pico.




Haciendo un simil con la interpretación del número asistentes a las manifestaciónes urbanas, y dejando en evidencia lo dificil que es hacer estimas... ...El número de participantes en la "carroñada" según los organizadores estuvo en torno a los 500 / 600 individuos... ...las autoridades aún no se han pronunciado al respecto...




Las disputas no fueron excesivas, y los Buitres Negros, que debieran dominar sobre los Leonados, parecian más pacientes que sus primos, a los cuales el pecado capital de la gula parecía pertenecerles por derecho propio.




Los Buitres negros, que eran más tranquilos a la hora de comer, a veces parecian guardias jurados de un centro comercial el primer día de rebajas, observando impasibles a las compradoras, vigilando que ninguna se pase de la raya...




Esto puede que sucediera así por que los Buitres Negros están especializados en las partes más correosas de un cadáver, mientras que los Leonados lo están más en las visceras, y en esto último consistia una alta proporción de la carroña suministrada.





En un par de ocasiones hubo una tremenda desbandada, en la que se marcharon casi todas las aves, regresando al poco tiempo en menor cantidad y ya más tranquilizados a la hora de comer.




Ahora era más facil "aislar" a algun individuo para fotografiarle.





Tras la segunda desbandada apenas regresaron un puñado de buitres que poco a poco fueron dejando del lugar, para descansar en las encinas, quegijos y cornicabras de la dehesa circundante.





El sol hizo acto de presencia solo al final de la mañana, y aunque nos quejabamos de la escasa luz, esto quizas jugó a favor nuestro, pues de haber salido a primera hora hubiesemos tenido las aves a contraluz.



Entre los buitres solo vimos un Buitre Negro marcado (foto de arriba), más otro que luego apareció en una foto de Diego. Las aves procedian de la colonia del Alto Lozoya, en Rascafría, Madrid. El ave de la foto fue anillado en nido el 25 de Junio de 2.008. El otro ave, con anilla 8XC fue anillado un día antes.




Y las hipoteticas Águilas Imperiales aparecieron, ¡¡¡vaya si aparecieron!!!. A lo largo de la mañana al menos un adulto, un jóven, y un incipiente damero hicieron acto de presencia en varias ocasiones. Por lo que no es descartable que fueran más de un adulto o, menos probablemente, más de un jóven o damero.





La extrategía de las águilas fue, primero posarse en una encina cercana o en el árbol seco que tan idóneo le pareció a Diego, luego bajaban a la carroña y sin mucha demora o incluso sin parar, cogian una pieza y se marchaban. La pena es que casi nunca las veiamos llegar, pues estabamos muy concentrados en fotografiar a los buitres, así que no en todas las ocasiones pudimos fotografiarlas, no obstante, como se puede observar, no nos podemos quejar, aunque un fotografo casi nunca está comforme con sus fotografías.




El dámero de arriba, una hembra debido a su mayor tamaño, está empezando a mudar sus desgastadas plumas leonadas, típicas del plumaje juvenil. El ejemplar de abajo se trata de un jóven, quizás de 2º año, que debe tratarse de un macho debido a su apreciable menor tamaño. Aunque comparar tamaños en fotos es subjetivo, si que se aprecian unas propociones ligeramente diferentes, llamandome la atención el tamaño del pico, que parece apreciablemente más robusto en el ejemplar de arriba que en el de abajo. Yo desconozco si esto es un rasgo diferenciador entre sexos o simplemente entre individuos, pero a mí me ha sorprendido, por ser un rasgo que no recuerdo haber leído u oído. Agradezco comentarios al respecto.




Hacia abajo, reproduzco unas fotos, que aunque técnicamente no son perfectas sí me parecen muy dignas de ilustrar esta entrada.













Los Corvidos fueron otros carroñeros presentes, con algunos individuos de Urraca (Pica Pica), no demasiado habitual en la zona, Cuervos comunes (Corvus corax) y algún Rabilargo Ibérico (Cyanopica cooki).




Hacia las dos del medio día el lugar ya se hallaba desierto de aves.


viernes, 26 de marzo de 2010

"La Bella Matadora"



Así llamaba Felix Rodríguez de la Fuente a la Gineta (Genetta genetta), bello mamífero de gracil cuerpo que patrulla las noches de nuestros bosques.









Elusiva y difícil de observar, como todos los mamíferos carnívoros ibéricos, tuve la rara oportunidad de fotografiar a esta especie en el corazón de los Montes de Toledo, gracias a un hábito adquirido no muy común.









La gineta normalmente se alimenta de pequeñas presas, siendo la busqueda de aves dormidas en sus posaderos una practica habitual. Estas fotografias se realizaron en la casa de campo de mi buen amigo Diego, situada junto a un soto que frecuentan varias ginetas.









Estas sin duda patrullarían la casa de campo de un modo rutinario hasta que una noche encontraran las sobras que mi amigo suele dejar de las comidas.









Paulatinamente las ginetas se fueron acostrumbrando a comer sobras y a la presencia de linternas, cámaras y espectadores, hasta que la última vez que la fotografíe, y estando totalmente a descubierto, esta se me acercó tanto que se salía del encuadre de la cámara.









Una noche llegamos a ver dos ejemplares, quizás tres.


Estas fotos corresponden a dos noches diferentes y a dos ejemplares distintos, como se puede apreciar en la oreja mellada de la segunda foto ausente en la cuarta. Está claro que aunque su cuerpo está bien dotado para la caza, no desprecia el pollo de los restos de una paella que se le ofrece.









Hay al menos dos años de intervalo entre estas fotos, y espero poder disfrutar en más ocasiones de estos bellos animales, que a pesar del hábito adquirido, siguen siendo totalmente salvajes.


miércoles, 24 de marzo de 2010

"Sapos Corredores (Bufo calamita) Poniendo Banda Sonora a las Noches Primaverales"

Noches del 22 y 23 de Marzo de 2010






Con lo que ha llovido este invierno, todos los campos rebosan de agua, con charcas repartidas por todas partes, y eso hace que al caer la noche los sapos corredores pongan la banda sonora de esta incipiente primavera.







Las fotos están tomadas en las inmediaciones del casco urbano de Sonseca (Toledo), y su croar se oye desde el mismo.








Es tal el afán que tienen en cantar y marcar su territorio, que no dudan en embestir al objetivo de la cámara o a las botas para asegurarse su parcela y atraer a las hembras.








Por el momento no se ven ni hembras (todos los sapos que veo cantan), ni puestas de huevos, ni renacuajos. El desarrollo de estos será una carrera contra-reloj antes de que se sequen las charcas, y sin duda la mayoría no lo conseguirá.